La sensación de abandono te
oprime cuando observas como todos te abandonan. Ya no eres tú el que intenta
alejarse, son los demás los que huyen de ti, de cómo creen que eres. Seguramente
lo que ellos piensen sea lo que nunca quisiste llegar a ser pero, en ese
momento te toca interpretar quieras o no.
Van pasando por delante, algún
saludo que otro, y vuelta a tu asiento. El engranaje dice que si todo está en
sintonía transcurre con normalidad, pero si cualquier de sus componentes, por ínfimo
que sea, falla, te derrumbas tú y todos los que caen encima de ti. La
superación no consiste en salir exitosos de una acción, sino de haber sido
capaz de sobreponerte a todos y cada uno de los inesperados actos que pueden
hundirte un día sí y otro también.
Si nos rodeamos de personajes
negativos como yo, puedo incluso contagiarte, aunque lo que prefiero es que a
mi me contagien otros. Aprender a ver la vida de otra manera, con un cristal
sin empañar. Poder explicarme sin luego repudiarme e intentando clarificar mis
palabras.
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