Hoy dedico mi no preciado tiempo, de momento, al análisis de una
expresión en desuso pero, con un significado latente un día sí y otro también.
Se trata del término “incongruencia”: Del latín incongruentia; Dícese de la falta de congruencia, bien correcto,
hasta ahí bien pero ¿qué es la congruencia? Tan sencillo como buscar lo que
representa. “Congruencia”: Del latín congruentia;
Conveniencia, coherencia, relación lógica; dícese de la Conformidad
entre los pronunciamientos del fallo y las pretensiones de las partes
formuladas en el juicio, según la gran RAE.
Con estas
premisas ya nos tiene que quedar claro todo lo relacionado con esta palabra en
declive. Ahora desarrollemos la idea principal. Si cada uno piensa conceptos
distintos y concibe la vida de diferente manera, la coherencia propia e individual será igualmente representada de
distinta forma según quien la esté experimentando. Uno habla, el otro escucha y
contesta, el debate ha surgido, ahora bien, ¿quién posee la razón? La verdad
absoluta es tan inexistente como inefable es el modo en que alguien intenta
explicar lo que es la VERDAD. Versión de todo constituyen un algo que pasa a
ser un algo servible para el objetivo en sí, pero no es un único, solo tú eres
únicamente tú.
Si nos
centramos en nosotros, cada uno en sí mismo, aparece la avaricia, el beneficio
y la conveniencia. Habladurías que
no paran hasta que la ultima palabra es la que emana de nuestras cuerdas
vocales. Puedes oír voces desde atrás, o en frente tuya, a tu lado, y qué más
da, aquí mando yo y mi soldado general. No se cuál de las dos opciones es la
mejor, bueno sí, la mía por supuesto, o igual es que mi mente está
completamente cerrada para los demás. Visión obtusa que no abarca apenas grados
de confianza, querer ganar, ganar, y abarrotarme de puntos positivos para mi
currículum. Hay que ser bueno en las elecciones, sobre todo, aquellas en la que
te das cuenta luego que apenas te reportan algo bueno, o quizás sí, seguramente
sí, pero los modos llevados a cabo no concuerdan con lo que tú eres, vuelve a
fallar la coherencia intrínseca de cada uno.
Llega un
momento en el que todo se nubla, se vuelve borroso lo que antes era nítido y suponía clarividencia, ahora da paso al no saber que hacer. Pude ser que estés rodeado de
oscuridad, o sean simplemente un remolino de sombras de gente que no conoces,
de todas formas viene a ser lo mismo, el paso de la luz a lo negro prevalece
sobre el qué será. En ese instante pierdes la cordura, no consigues poner lógica al asunto. Te tiras de los
pelos, mientras los calvos se rascan aquellos resquicios de lo que fue un cabello.
Surgen tantos porqués de la nada, que a veces poseen vida propia y acuden
andando hasta la punta de los dedos de tus pies. El camino que consistía en
caminar en línea recta, de repente pasa a tener 80 bifurcaciones, ¿pero el
final será el mismo, no? ¡No! El final viene encaminado por el trayecto que
usted ha seleccionado.
Todos vamos a
terminar igual de mal, la cosa es; ¿cuánto pensamos entretenernos hasta llegar
al punto sin retorno?