Pues nada, ya hemos acabado con
los tres meses de insolaciones en cualquier rincón. Ahora, al menos a mí, toca
levantarse de la cama, meterse la ducha y emprender la marcha hacia un cartel
corporativo con una mancha y algo escrito: Universidad San Jorge, Grupo San
Valero. Recopilemos todas las resacas de este verano, y porque no, las que
vengan los próximos días. Sobre todo intentemos mantenernos erguidos desde
nuestra no ignorancia, que no se nos imponga un San Benito de vete tú a saber qué.

Pues nada tocarán los clásicos
saludos globales de protocolo con la sonrisa sujetada con unas grapas. Un estrechón
de manos, un par de besos, luego un abrazo y más tarde quítame ese puñal, pero
eso será en un futuro muy futurible. Habrá que coger la mochila que llevamos
sin nada dentro, esperando poder meter algo algún día, no hay prisa, ni falta
que hace.
Pues nada, de las más oscuras
noches de borrachera hasta el amanecer pasamos a la luminosa sala blanca llena
de locos, y yo el primero, que nadie se me adelante. Si alguien necesita
sentirse especial empieza la jornada ideal para comenzar con sus cabales ideas,
a ver hasta donde llegan.
Pues nada, yo sé cual es mi sitio
en esta nueva temporada, y no voy a cambiar porque estoy cómodo, ese lugar que
me evade y, me inmiscuye a la vez, en los asuntos grupales, el que dio nombre a
esta plataforma; porque yo volveré a escribir DESDE MI ÚLTIMA FILA.
Pues nada, mañana nos vemos, y si
no, ¡que os vaya bonito!
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