Seres más falsos que su puta
madre. Me niego a creer que puedan existir intenciones tan hijas de puta.
Flecos por resolver pero que quedan sueltos y moviéndose conforme entra una
ligera brisa. Cada día me sorprende más la gente, qué puede motivarles a hacer
todo lo que hacen, o peor, todo lo que no se dignan a hacer. El ego puede
ser un enemigo mortal, tú no me aportas nada así que adiós –deben pensar
algunos-, sigo sin entender esta manera de actuar.
Un diálogo, un mensaje, una noticia,
un insulto, pero ¡algo coño! ¿Me tendré que imaginar yo las cosas que tú estas
maquinando en tu vacía cabeza? De cara pueden ser agradecidos, pero la espalda
es la peor de las partes, al final sale caro todo con lo que uno alguna vez
llegó a soñar.
La decencia se pierde, mientras
que cada vez más se van comprando puñales que rajen a cualquiera que se ponga
por delante. Cogen el machete y piensan que van por la selva arrancando la
maleza, creando un pasillo para él y la egolatría hacia su polla. Quizás me esté pasando
en estos comentarios pero mi cabreo es el que maneja mis dedos. Aunque cuando
me enfríe, seguiré pensando que todas estas criaturas de piel humana están
formadas por una mezcla de serrín y mierda a partes iguales. Una combinación
nada esperanzadora.
Yo sigo aquí con cara de
incrédulo en frente de la mayor de las mofas que me pudo ocurrir. Nuestra vida
no se diferencia, en verdad, tanto a las películas; una trama, varios giros, un
protagonista y un antagonista. Existe un líder del grupo/manada y alguna de sus
ovejas, al parecer descarriada, se separa y se convierte en el enemigo número
uno.
Complejo de bayeta que se dedica a restregar todo por la cara. Uno debe aprender a ser más humilde y aparcar sus problemas en determinadas ocasiones. Saber afrontar situaciones son aspectos que honran a cualquiera. Nadie nace sabiéndolo todo en esta vida, ocurre lo mismo con la falsedad, no es algo innato, es evolutivo en el aprendizaje interno de cada uno. Allá él y su madurez. Yo no tengo nada más que decir acerca de este desgraciado tema, solo me sigo negando a admitir que según vaya experimentando mis vivencias, pueda encontrarme con más intenciones “cabronas”, o cabrones con intenciones.
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