Mañana empieza la temporada de exámenes,
y no pretende recoger suspensos en un par de semanas… Pruebas de nivel para
verificar quién es más listo, el cabeza de lista incrustado en cuatro paredes
blancas con agujeros escuchándolo todo. Ahora debería estar estudiando la
verdad, pero qué más da, si luego recuerdas las tonterías que una vez viviste. Los
mejores recuerdos son los que se quedan grabados como tatuajes, mientras que lo
obligadamente memorizado se borra al poco tiempo como una calcomanía.
De todas formas el sistema me
condiciona a tener que pasar este tipo de controles para ponerme el sello de
apto en mi CV. Solo trabajaré si me avala un mísero papel diciendo que he
perdido cuatro años de mi vida compitiendo vagamente con otros desgraciados
como yo. Pero bueno, todo sea porque en un futuro cercano pueda presumir de lo
que más me apasione hacer en esos momentos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario