lunes, 4 de junio de 2012

Carpe Diem


Agustín Fernández Mallo, físico y escritor de la denominada generación nocilla (nacidos entre 1960-1976), me ha abierto los ojos y la mente ante una de las verdades menos discutibles de la vida en uno de sus trabajos. En la era de las tecnologías en la que vivimos enfrascados en la actualidad, no hacemos mas que sentarnos frente a distintas pantallas: la televisión, el ordenador, el teléfono móvil, el microondas… A veces no pensamos en lo verdaderamente importante o no somos capaces de disfrutar, perdemos el tiempo frente a las modernidades yacientes y nos alejamos de aspectos tan importantes como el amor. Y es cuando éste nos falla cuando nos damos cuenta de la longitud corta de la vida y de las pocas oportunidades que ofrece.

Vivimos en una línea muy delgada entre lo que significa vivir y morir puesto que a veces morimos en vida y es cuando sufrimos un dolor tan fuerte que haríamos lo que fuera por escapar de él. Que una vida en soledad puede convertirse en un tormento, por tanto debemos encontrarnos a gusto durante nuestra existencia, sabiendo siempre adónde queremos llegar y qué debemos hacer para ir hasta nuestro destino.

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